Marte parece extraño. Los primeros astrónomos ya se dieron cuenta, y los observatorios actuales lo ven cada vez que observan el Planeta Rojo. Marte tiene dos caras. Una cara (el hemisferio norte) está compuesta de áridas llanuras y dunas de fino arena; la otra cara (el hemisferio sur) es un terreno caótico agreste de montañas y valles. Parecería que la dicotomía de la corteza se formó tras un masivo impacto en el desarrollo inicial de Marte, dejando al planeta marcado con una cicatriz geológica para la eternidad. Pero, ¿y si este impacto fue más allá de la pura estética? ¿Qué pasaría si esta zona de impacto de anchura planetaria representase algo mucho más profundo?
Para comprender lo que podría haber sucedido en Marte, primero debemos mirar a la Tierra. Nuestro planeta tiene un potente campo magnético que se genera cerca del núcleo La convección del hierro fundido arrastra electrones con él, configurando una enorme dinamo que emite un potente campo magnético dipolar. Cuando las líneas de campo magnético pasan a través de nuestro planeta, se proyectan desde la superficie y alcanzan miles de kilómetros en el espacio, formando una vasta burbuja. Esta burbuja es conocida como magnetosfera, y nos protege del dañino viento solar que evita que nuestra atmósfera se erosione y se pierda en el espacio. La vida prospera en este planeta azul debido a que tiene un potente campo magnético que lo defiende del viento solar.
Aunque Marte es más pequeño que la Tierra, los científicos a menudo se sienten perdidos al explicar por qué no hay magnetosfera en Marte. Pero de acuerdo con la creciente armada de satélites orbitales, las medidas sugieren que Marte tuvo un campo magnético global en el pasado. Ha habido un consenso general durante algún tiempo sobre que el campo magnético de Marte desapareció cuando el interior del pequeño planeta se enfrió rápidamente y perdió su capacidad de mantener el hierro interior en un estado convectivo. Sin convección se llega a una pérdida del efecto dinamo y por tanto el campo magnético (y cualquier magnetosfera) se pierde. Esto a menudo se cita como la razón por la que Marte no tiene una gruesa atmósfera; cualquier gas atmosférico habría sido erosionado hacia el espacio por el viento solar.
No obstante, podría haber una mejor explicación a por qué Marte perdió su magnetismo.
“Las pruebas sugieren que un gigantesco impacto en los inicios de la historia del planeta podría haber trastocado el núcleo fundido, cambiando la circulación y afectando al campo magnético”, dijo Sabine Stanley, profesora asistente de física en la Universidad de Toronto, uno de los científicos implicados en esta investigación.
“Sabemos que Marte ha tenido un campo magnético que desapareció hace aproximadamente 4000 millones de años y que esto sucedió aproximadamente al mismo tiempo que la dicotomía de la corteza, la cual es un posible vínculo con un impacto de asteroide”.
Durante la evolución de Marte antes de esos 4000 millones de años, las cosas podían haber sido mucho más prometedoras. Con un potente campo magnético, Marte tuvo una gruesa atmósfera, protegida de las ráfagas de viento solar por su propia magnetosfera. Pero en un instante, un enorme impacto de asteroide podría haber cambiado el curso de la historia de Marte para siempre.
“Marte tuvo una vez una atmósfera mucho más gruesa con agua superficial y un campo magnético, por lo que habría sido un lugar muy distinto del planeta seco y baldío que vemos hoy”. – Monica Grady, profesora de ciencias planetarias y espaciales en la Universidad Abierta.
Al perder su campo magnético después de que el profundo impacto de asteroide dañase drásticamente el funcionamiento interno del planeta, Marte rápidamente se despojó de su atmósfera, bloqueando por tanto su capacidad para mantener vida en los siguientes 4000 millones de años. Qué historia tan triste…
publicado por Javier Rodriguez