Ferrofluidos, compuestos que gracias a la mezcla de nanopartículas ferrosas y algún aceite mineral permiten la visualización de líneas de campo magnético, dando lugar a verdaderas “esculturas” en movimiento. Bien, aunque no lo creas, tú puedes hacer esas cosas en casa.
Fabricar un ferrofluido consiste básicamente en lograr la mezcla adecuada de partículas ferromagnéticas en el seno de un fluido portante. Este fluido puede ser alguna clase de aceite mineral, vegetales, lubricante o incluso de cocina. Puedes utilizar el que consigas más fácil, y luego ir probando otros para ver cual funciona mejor. Las partículas ferromagnéticas pueden ser limaduras de hierro, el “polvo” que puedes sacar al cortar con unas tijeras la lana de acero utilizada para limpiar los cacharros de la cocina, o incluso el polvo de la ferrita que puedes obtener al moler a golpes el núcleo de alguna bobina de radio o transformador electrónico viejo.
En un recipiente de vidrio transparente (un frasco puede servir perfectamente) mezclaremos una parte de líquido por cada parte de partículas. En nuestro “ferrofluido casero” el material ferromagnético tenderá a acumularse en el fondo debido a la gravedad, pero para hacer nuestros experimentos será suficiente. Cuando tengamos preparada la mezcla, acercaremos imanes al frasco para ver como se alinean las partículas en suspensión son las líneas de fuerza del campo magnético. Con un poco de paciencia y probando con diferentes materiales y proporciones podremos lograr un ferrofluido casi casi como el que se ve en el video
Publicado por Javier Rodriguez