lunes, 22 de junio de 2009

Collares magnéticos


El investigador sobre magnetoterapia, Buryl Payne, en su libro “Magnetic Healing”, recomienda utilizar un collar magnético para mantener el cuello relajado, especialmente cuando se pasa muchas horas frente al computador.

Es recomendado para secretarias, empleados de oficina, estudiantes y otras personas que hacen uso continuo del ordenador. Con la utilización de estos collares se previene y/o alivian los problemas de cervicales y hombros que suelen afectar a estos usuarios.

Los tipos de imanes que pueden utilizarse en los collares pueden variar en intensidad y de ésta dependerá el mayor o menor efecto terapéutico. Lo ideal es utilizar collares de hematita de aproximadamente 1.000 Gauss de intensidad efectiva.

También sugiere colocarse este mismo collar alrededor de la frente para aliviar un dolor de cabeza leve o alrededor de las muñecas, codos, rodillas, pies o manos para mitigar el dolor en esas partes del cuerpo.

Payne señala que si se forman dos pequeños círculos con el collar de manera que parezca un ocho, estos dos círculos pueden colocarse sobre los ojos para obtener un efecto calmante de rejuvenecimiento magnético

Los collares magnéticos alivian a las personas con insomnio o jaquecas y en algunos individuos han mejorado el estado general de todo el cuerpo. Otras personas con enfermedades más graves también parecen beneficiarse con el uso de estos collares, aunque en menor medida.

El fundamento científico que respalda la utilización de estos collares magnéticos está dado por la Ley de Inducción de Faraday y las Fuerzas de Lorentz y Hall, que explican los cambios que ocurren cuando una flujo con iones, como es la sangre, pasa a través de un potente campo magnético, generando cambios en el pH, la tensión superficial y en el comportamiento de la hemoglobina desoxigenada que es activada por este campo magnético externo. Por último, la sangre que es un coloide, por este mismo efecto sufre un cambio en el Potencial Z. De alguna manera es el mismo efecto que se obtiene con beber el agua magnetizada.

Por lo anterior se explica el porqué la utilización de los collares magnéticos mejora la circulación sanguínea y la oxigenación del cuerpo, lo que hace disminuir los dolores especialmente los musculares, disminuir el colesterol y disminuir todo tipo de inflamaciones.

En Japón se han tratado con éxito muchos casos de artritis de cuello y hombros por medio de collares magnéticos. Inclusive en la Universidad de Tokio se hizo un estudio, (alrededor de los años 70), que puso a prueba la eficacia de los collares magnéticos. De 400 pacientes un 60 a 80% notó un alivio considerable en el dolor de diversas formas de artritis. En este caso se utilizaron imanes de aproximadamente 1.500 Gauss. También en Japón una de cada seis familias utiliza terapia magnética.


Modo de colocación.-
Enfrentar el collar con ambas manos extendidas y enseguida darle dos vueltas alrededor del cuello, sin ajustarlo en exceso, de manera que los dos extremos sobrantes caigan sobre el timo (glándula ubicada bajo el esternón).

Esta colocación permitirá que el campo magnético actúe sobre el flujo sanguíneo que sube por el cuello y el flujo nervioso que baja por la nuca. Además, actuará sobre la tiroides y paratiroides. También tendrá incidencia en los meridianos Yin (asociados con el hígado, corazón, bazo, pulmones y riñones) que suben a la cabeza y en los meridianos Yang (v. biliar, I. delgado, estómago, I. grueso, colon y vejiga) que bajan desde ella.

Publicado por Javier Rodriguez